We are young, we run free
Stay up late, we don’t sleep
Got our friends, got the night
We’ll be alright

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Muchas veces las almas más locas guardan los sentimientos más puros, más certeros. Los corazones más rebeldes suelen ser los que más sufren pero también los que más disfrutan, quizás sea por ello que valga la pena. Son aquellos espíritus que siguen la libertad, que se arriesgan por el simple hecho de que la vida es una sola, que tienen el valor de llorar sin cubrirse la cara, que en el punto de negro de su ojo se refleja una dosis de fe, que luchan hasta que el aliento se ausente, que poco a poco se hacen más fuertes, que saben que para levantarse primero hay que caerse.

Tener la sensación de volar más alto que las nubes, de probar una droga que todo lo cura, de tener la sensación de estar soñando ya que tu vida real supera a tus sueños, de no acabar la noche porque ya no te hace falta descansar para nada, de salir a la calle sin que te importe lo que los otros murmullen sobre tí, de que tu cuerpo sea de cera y su mirada de fuego, de que cada vez que piensas en esa persona te da la sensación de que tienes mariposas en el estómago, el hecho de rozar su piel supera a todo lo inimaginable.